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Patrizia Velotti
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A día de hoy, aún no se ha entendido la brecha entre las actitudes y conductas proambientales observada en investigaciones recientes. Aunque estos estudios han destacado la importancia del papel de la evaluación coste/beneficio, la mayoría de ellos no han tenido en cuenta los factores emocionales en su análisis. Nos proponemos aquí evaluar el papel de los factores emocionales (es decir, la empatía y la regulación emocional) en la relación entre las actitudes y las conductas proambientales. En concreto, tratamos de comprobar si la no aceptación de las propias emociones negativas podría moderar la relación entre actitudes y conductas proambientales en una muestra de empleados de empresa. Evaluamos las actitudes y conductas proambientales, la empatía y la regulación emocional en N = 1,432 empleados italianos. Los resultados mostraron que la muestra se dividía en dos grupos en función de sus niveles de empatía y desregulación emocional. Los empleados con altas funciones emocionales cognitivas mostraron más conductas proambientales que los empleados con altas funciones emocionales afectivas. Además, los resultados mostraron el papel de moderación parcial de la no aceptación en la relación actitud-conducta proambiental. Se discuten importantes implicaciones en la implementación de programas de intervención.
Research has found a gap between pro-environmental attitudes and behaviours that has not been understood yet. While studies have highlighted the important role of the cost/benefit evaluation, most of these studies did not consider emotional factors in this evaluation. We aimed to assess the role of emotional factors (i.e., empathy and emotional regulation) in the association between pro-environmental attitudes and behaviours. Specifically, we aimed to verify whether the non-acceptance of own negative emotions could moderate the relationship between pro-environmental attitudes and behaviours in a sample of corporate employees. We assessed pro-environmental attitudes and behaviours, empathy and emotional regulation in N = 1,432 Italian employees. Findings showed that the sample was divided into two clusters based on their levels of empathy and emotional dysregulation. Employees with high cognitive emotion functions showed more pro-environmental behaviours than employees with high affective emotion functions. Furthermore, results showed the partial moderation role of non-acceptance in the pro-environmental attitude–behaviour relationship. Important implications in implementing intervention programmes are discussed.
