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El rechazo escolar tiene importantes repercusiones en la vida de niños y adolescentes, afectando gravemente a su ajuste personal, académico y social. Las actitudes negativas hacia la escuela pueden ser causadas simultáneamente por varias razones y, debido a la heterogeneidad existente, Kearney, y Silverman (1990) las agruparon en cuatro condiciones funcionales: I. Evitación de estímulos escolares que generan afectividad negativa; II. Evitación de situaciones escolares que generan aversión social o miedo a la evaluación; II. Captar la atención de otras personas significativas; y IV. Obtener refuerzos tangibles fuera de la escuela. Dada su tendencia a coexistir con trastornos internalizantes, es fundamental comprender su correlación con la ansiedad escolar, que es uno de los problemas significativos en la población infantil y adolescente. De esta forma, el presente estudio pretende identificar la probabilidad de la capacidad predictiva de la ansiedad escolar sobre el rechazo en la escuela secundaria. Participaron 1786 personas (51% hombres) con edades comprendidas entre los 15 y los 18 años (Medad =16,31; DE = 1,00). Los instrumentos administrados fueron la versión española de la Escala de Evaluación del Rechazo Escolar-Revisada (SRAS-R-C; Gonzálvez et al., 2016) y el Inventario de Ansiedad Escolar (IAES; García-Fernández et al., 2011). Los resultados revelan que, dependiendo de la dimensión de ansiedad escolar evaluada, ésta actúa como predictor negativo o positivo del rechazo escolar, dependiendo también del tipo de rechazo escolar evaluado. Estos hallazgos ponen de manifiesto la conexión entre la evitación de la afectividad negativa asociada a la escuela y la experiencia de ansiedad en diversos contextos escolares, enfatizando la necesidad de abordar tanto el rechazo escolar como la ansiedad en el ámbito educativo.
School refusal has important repercussions on the lives of children and adolescents, seriously affecting their personal, academic, and social adjustment. Negative attitudes towards school can be caused simultaneously for several reasons and, due to the existing heterogeneity, Kearney, and Silverman (1990) grouped them into four functional conditions: I. Avoidance of school stimuli that generate negative affectivity; II. Avoidance of school situations that generate social aversion or fear of evaluation; II. Capturing the attention of significant others; and IV. Get tangible reinforcements outside of school. Given its tendency to coexist with internalizing disorders, it is essential to understand its correlation with school anxiety, which is one of the significant problemsin the child and adolescent population. In this way, the present study aims to identify the probability of predictive capacity of school anxiety on high school refusal. There were 1786 participants (51% men) aged 15to 18 years (MAge = 16.31; SD = 1.00). The instruments administered were the Spanish version of the School Refusal Assessment Scale-Revised (SRAS-R-C; Gonzálvez et al., 2016) and the School Anxiety Inventory (IAES;García-Fernández et al., 2011). The results reveal that depending on the dimension of school anxiety evaluated, it acts as a negative or positive predictor of school refusal, also depending on the type of school refusalassessed. These findings highlight the connection between the avoidance of negative affectivity associated with school and the experience of anxiety in various school settings, emphasizing the need to address both school refusal and anxiety in the educational setting.
