Hace tiempo que sabemos de la importancia de los microorganismos como moduladores de la biosfera. La opinión general era que las comunidades microbianas se regían por la competencia para obtener los recursos. Pero una gran cantidad de nuevos datos sobre los habitantes microscópicos del medio marino y de las aguas subterráneas en todo el mundo han revelado que muchos colaboran. Estos hallazgos sustentan la teoría de que la interacción y la asociación entre los microorganismos, y no la competencia, serían la norma y la fuerza animadora de la biosfera.