D. Geffner Sclarsky, Berta Claramonte Clausell, R.M. Vilar Ventura, C. Vilar, A. del Villar Igea, C. Soriano Soriano, Antonio Belenguer Benavides, M. Campillo, E. Pajarón Boix, M. Peinazo Arias
Introducción. La trombólisis endovenosa en el infarto cerebral es el tratamiento de elección en las primeras horas y el retraso es la principal barrera para su empleo. El código ictus (CI) es un sistema que permite una rápida identificación y traslado del paciente con ictus al hospital adecuado para realizarla. Objetivo. Conocer el impacto de extender el CI intrahospitalario (CII) a CI provincial (CIP). Pacientes y métodos. Registro prospectivo de CI atendidos en un centro de ictus provincial. Se recogieron los infartos cerebrales ingresados de forma consecutiva el año previo y posterior al inicio del CIP (1 de noviembre de 2008). Resultados. En un año se atendieron 318 CI: el 61,2% fueron CI extrahospitalarios (CIE). Se trombolizaron 45 pacientes: el 14,2% de las activaciones y el 25,7% de los infartos cerebrales con código activado. La tasa bruta anual de trombólisis fue de 7,7 × 100.000 habitantes (intervalo de confianza del 95%, IC 95% = 5,7-10,4). Medicina primaria activó el 34% de los códigos. No hay diferencias significativas en el porcentaje de activaciones correctas y trombólisis entre CIE y CII. El retraso puerta-aguja es menor en los CIE (59,7 ± 24 frente a 74,4 ± 20 min; p = 0,012). La franja horaria de 22:00 a 08:00 h incluye el 23,6% de los CI y el 22,2% de los trombolizados. Del primer al segundo período, la activación del CI pasa del 11,1 al 37,9% de infartos cerebrales, y la trombólisis aumenta del 3,8 al 12,7% (p < 0,0001; odds ratio = 4,1; IC 95% = 1,9-8,6). Conclusión. El CIP permitió cuadruplicar la trombólisis del infarto cerebral, mejorar la cadena asistencial y extenderla a toda la provincia.