Andrew J. Chepaitis, A. Fuzz Girffiths, Harry J. Wyatt, William F. O'Connell
En este artículo los autores exponen el resultado de un estudio realizado entre personas de más de 65 años para averiguar si podían aprender a leer una de estas tres fuentes táctiles: una fuente nueva llamada ELIA, la fuente Braille estándar o un tipo de letra redonda (Roman) en relieve. El resultado es que los sujetos podían leer la fuente ELIA con más velocidad y más precisión de reconocimiento que la fuente Roman, y que estas dos fuentes se leen con más precisión y velocidad que el Braille.