Elena Gámez Armas, Hipólito Marrero Hernández
En este artículo se propone que la capacidad humana para la interacción interpersonal constituye una capacidad cognitivamente diferenciada y motivada. La base motivacional de dicha capacidad la proporciona la Teoría de la Autodeterminación de Deci y Ryan (2002). Dicha teoría propone tres necesidades organismicas básicas que requieren de "los otros" para su satisfacción: la autonomía, la competencia y la vinculación. En cuanto a su naturaleza como capacidad cognitivamente diferenciada se revisan las aportaciones más recientes de la investigación cognitiva y neurocognitiva, así como la contribución de la teoría del Apego de Bowlby que integra las necesidades con las representaciones mentales, la historia evolutiva y las diferencias individuales. También se incluyen los fundamentos filogenéticos de esta capacidad interpersonal según la perspectiva de la psicología evolucionista y, a modo de conclusión, se señalan las certezas y limitaciones del estado actual del conocimiento, así como algunas orientaciones futuras en la investigación.