Madrid, España
Este estudio investiga el efecto de un programa de sueño en el trabajo en el bienestar de los empleados, utilizando un diseño de intervención pre-post. Realizado en una gran universidad pública, el programa tuvo como objetivo abordar problemas relacionados con el sueño en investigadores en las primeras etapas de su carrera. Un total de 49 participantes asistieron a sesiones psicoeducativas centradas en la higiene del sueño, técnicas de relajación y la relación entre el estrés y el sueño. Los participantes llevaron actígrafos para medir objetivamente sus patrones de sueño antes y después de la intervención, con una evaluación del seguimiento realizada cuatro meses después. Los resultados dieron cuenta de mejoras significativas en el sueño objetivo como en el autoinformado, así como en el bienestar general. Además, los participantes reconocieron una reducción de la percepción de la exposición a comportamientos de acoso psicológico en el trabajo. Los resultados indican que la puesta en marcha de programas de sueño puede ser una estrategia eficaz en las empresas que buscan aumentar el bienestar de sus empleados y mitigar los efectos negativos de la privación de sueño.
This study investigates the impact of a workplace sleep program on employee well-being using a pre-post intervention design. Conducted at a large public university, the program aimed to address sleep-related issues among early-career researchers. A total of 49 participants took part in a series of psychoeducational sessions that focused on sleep hygiene, relaxation techniques, and the relationship between stress and sleep. Participants wore actigraph devices to objectively measure their sleep patterns both before and after the intervention, with follow-up assessments conducted four months later. The results indicated significant improvements in both objective and self-reported sleep, as well as overall well-being. Additionally, participants reported reduced perception of exposure to workplace bullying behaviors. These findings suggest that implementing structured sleep programs can be an effective strategy for organizations seeking to enhance employee well-being and mitigate the adverse effects of sleep deprivation.