Se presentan los resultados de un taller vivencial realizado en una escuela primaria de tiempo completo en el municipio de Tlalnepantla de Baz, Estado de México, con escolares de sexto grado de educación primaria, en la modalidad virtual, vía Zoom. El taller se desarrolló como parte del servicio social de los estudiantes de los ciclos superiores de la licenciatura en psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Campus de la UNAM ubicado en la comunidad donde se desarrolló la intervención. La detección de necesidades se realizó mediante la demanda de la escuela, así como mediante la interpelación a los propios escolares. Así, el objetivo del taller fue el de que los alumnos de sexto grado de primaria en el marco de la pandemia avanzaran en el reconocimiento y valoración de sí mismos desde distintos contextos de participación. Luego de 9 sesiones semanales con duración de 40 minutos, se encontró que la intervención, genuinamente promovió el bienestar de los niños y les ayudó a tener un mayor reconocimiento de sus emociones. Se identificó que lo que más se echa de menos de la escuela presencial es la interacción entre pares, al tiempo que el taller fortaleció las habilidades de empatía y trabajo en equipo. Concluimos que la mayor aportación de nuestra intervención radica en que, más allá de haber cumplido de manera cabal y magistral con el objetivo, nuestro trabajo sienta los precedentes de una nueva modalidad de trabajo nunca antes explorada.
Palabras clave: servicio social, taller vivencial, educación socioemocional, pandemia, educación a distancia.
This paper presents the results of an experiential workshop carried out in a full-time primary school in the municipality of Tlalnepantla de Baz, State of Mexico, with sixth-grade primary school students in virtual mode, via Zoom. The workshop was developed as part of the social service of the students of the upper cycles of the psychology bachelor’s degree of the Iztacala Faculty of Higher Studies, UNAM Campus located in the community where the intervention was developed. The detection of needs was carried out through the demand of the school, as well as by questioning the school children themselves. Thus, the objective of the workshop was for sixth-grade students in the context of the pandemic to advance in the recognition and appreciation of themselves from different contexts of participation. After 9 weekly sessions lasting 40 minutes, it was found that the intervention genuinely promoted the well-being of the children and helped them to have a greater recognition of their emotions. It was identified that what is most missed about face-to-face school is peer interaction, while the workshop strengthened empathy and teamwork skills. We conclude that the greatest contribution of our intervention lies in the fact that, beyond having fully and masterfully fulfilled the objective, our work sets the precedents for a new education modality never explored before.
Keywords: social service, experiential workshop, socio-emotional education, pandemic, distance education.