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María Angeles Fernández Vilar, Julio Pérez López, María Teresa Martínez Fuentes
El propósito del presente trabajo consiste en comprobar si el niño responde de forma diferente ante personas conocidas y desconocidas, y analizar si la presencia de la figura de apego contribuye a que aumenten las respuestas positivas del niño en las interacciones con personas no familiares. La muestra se compone de 44 niños con apego seguro (tipo B) (Giménez, 1999), con un rango de edad que oscila entre los 13 y 18 meses. El instrumento utilizado fue el procedimiento observacional estandarizado denominado "Situación Extraña" (Ainsworth, Blehar, Waters y Wall, 1978), centrando nuestro análisis e interpretación en los episodios: 2 (madre y niño), 3 (madre, extraña y niño), 4 (extraña y niño) y 7 (extraña y niño). Como conclusión nuestros resultados nos permiten constatar la existencia en el niño de un repertorio conductual diferente ante personas familiares y no familiares que afecta tanto a la frecuencia de la exploración con el entorno físico como a la calidad de las interacciones sociales mantenidas con los adultos (madre o extraña). Además también encontramos que la presencia de la figura de apego contribuye a que aumenten las respuestas positivas del niño en las interacciones con personas no familiares.
