Tornstam identificó un potencial proceso de maduración durante la vejez que conduce a una nueva comprensión y visión cósmica de la vida, al que llamó gerotrascendencia. Luego de su formulación, la gerotrascendencia se mostró vinculada al mantenimiento de los niveles de bienestar en las personas mayores, incluso cuando sus condiciones de salud empeoraban. A pesar del considerable interés que suscitó la propuesta, también ha motivado numerosas críticas. Las críticas se centran en la restricción de la gerotrascendencia a una etapa específica de la vida, en su pretensión de universalidad y en su nivel individual de análisis. Para explorar empíricamente esta propuesta y sus críticas, se administró una batería que evaluó la edad, trascendencia espiritual, satisfacción con la vida, centralidad de los eventos y religiosidad. Se estimaron correlaciones, regresiones lineales y análisis de trayectoria a partir de una muestra incidental de 370 adultos argentinos con edades entre 18 y 85 años (M=49,14, DE=17,19). Los resultados indican que la edad explica parcialmente la trascendencia espiritual, que a su vez explica parcialmente la satisfacción con la vida (X2(6) = 23.185; SRMR=.06; GFI=.98). Sin embargo, la relación entre edad y trascendencia espiritual no resulta exclusiva de la vejez. Por otro lado, al explorar variables latentes a la edad cronológica, la centralidad de los eventos explica parcialmente tanto la varianza de la trascendencia espiritual como de la satisfacción con la vida (β= .10 y β= .17, p<.05). Mientras que, la religiosidad en su aporte sociocomunitario queda excluida del modelo explicativo de la gerotrascendencia. En conclusión, a medida que se envejece y experimenta eventos traumáticos que se vuelven centrales en la autobiografía, existe una inclinación creciente hacia la trascendencia espiritual que contribuye a la satisfacción con la vida. Futuros estudios deberán profundizar en otras posibles variables latentes para la edad cronológica y las condiciones sociocomunitarias que podrían contribuir a comprender el vínculo entre el envejecimiento, la trascendencia espiritual y el bienestar.
Tornstam identified a potential process of maturation during old age that leads to a new understanding and cosmic vision of life, which called gerotranscendence. Gerotranscendence shown linked to the maintenance of well-being levels in elderly, even when health conditions worsen. Despite the considerable interest generated by his contributions, has also prompted numerous criticisms. Critics focus on the restriction of gerotranscendence to a specific stage of life, its claim of universality, and its individual level of analysis. To empirically explore this proposal and critics, a battery evaluating age, spiritual transcendence, satisfaction with life, centrality of events, and religiosity was administered. Correlation, linear regression, and path analysis were conducted using an incidental sample of 370 Argentine adults with ages between 18 and 85 (M=49.14, SD=17.19). The results indicate that age partially explains spiritual transcendence, which in turn partially explains satisfaction with life (X2(6) = 23.185; SRMR=.06; GFI=.98). However, the relationship between age and spiritual transcendence is not exclusive to old age. On the other hand, in exploring latent variables to chronological age, centrality of events partially explains both the variance in spiritual transcendence and satisfaction with life (β= .10 y β= .17, p<.05). Meanwhile, religiosity in its socio-community contribution is excluded from the explanatory model of gerotranscendence. In conclusion, as we aged and experience traumatic events that become central to our biography, there is a growing inclination toward trascendence that contributes to satisfaction with life. Future studies should delve into other possible latent variables to chronological age and socio-community grants that could make contributions to understanding the link between aging, spiritual transcendence, and well-being.