María Paulina Hauser, Antonela Bortolazzo, Milagros Crer, Belén Della Maggiore, Camila Campolongo, Rocio Hornos, Katerina Balaban, María Celeste Gómez
Introducción: los problemas de alimentación son muy frecuentes en primera infancia y tienen un impacto negativo en el crecimiento, el desarrollo y las relaciones familiares. Entre los factores asociados, se mencionan los aspectos relacionales entre los cuidadores y el niño, las prácticas parentales en torno a la alimentación y la presencia de trastornos alimentarios en las madres. Objetivo: estudiar la incidencia de los trastornos alimentarios maternos y las prácticas parentales en torno a la alimentación en las dificultades alimentarias en niños pequeños. Objetivos específicos: evaluar las dificultades alimentarias en niños de 6 meses a 6 años de diferentes localidades de la Provincia de Buenos Aires; describir las prácticas parentales en torno a la alimentación que inciden en la aparición de dificultades en los niños; identificar los trastornos alimentarios maternos que inciden en la aparición de las dificultades en la alimentación de los niños. Metodología: se realizó un estudio correlacional, con un diseño de investigación no experimental y transversal. Se utilizó una metodología mixta. La muestra está formada por 172 infantes y sus madres. Se administró un Cuestionario sociodemográfico, el Inventario de Conducta Alimentaria (ICA), la Escala Argentina de Dificultades Alimentarias en Niños (EADAN) y el Cuestionario ad hoc sobre prácticas parentales y hábitos familiares en torno a la alimentación. Resultados: el 89.5% de los niños evaluados no presentan dificultades en la alimentación, prevalecen las prácticas parentales propias de un estilo autorizado y, en la mayoría de las madres, las dimensiones de Obsesión por la delgadez, Bulimia e Insatisfacción corporal se presentan con baja intensidad. Se halló una correlación positiva débil entre las dimensiones Obsesión por la delgadez y Bulimia con los puntajes obtenidos en la EADAN. Conclusión: a medida que se incrementa la presencia de estas dimensiones en las madres también se incrementan las dificultades alimentarias en los niños.