Florencia Lee, Guadalupe Rodríguez Ferrante, María Juliana Leone
Introducción: Las personas somos generalmente diurnas, pero existen diferencias interindividuales. El cronotipo es la expresión de la hora del reloj interno en un ciclo de luz-oscuridad específico. Durante la adolescencia, el cronotipo es particularmente tardío, pero la escuela comienza generalmente muy temprano por la mañana. Este choque entre el reloj interno y el social fue propuesto como la causa de los hábitos de sueño poco saludables durante la adolescencia. La magnitud del efecto del horario de inicio escolar reportada en estudios previos es muy variable y generalmente no se considera la contribución del ciclo de luz-oscuridad o reloj solar, aun cuando la luz es el principal estímulo que pone en hora los ritmos circadianos. Objetivos: Evaluar el efecto del horario de inicio escolar sobre los hábitos de sueño y el cronotipo durante la adolescencia, analizando la contribución relativa de los relojes social y solar. Métodos: se realizó una búsqueda bibliográfica sistemática (utilizando Scopus, PubMed y Web of Science) y se seleccionaron 35 estudios previos que comparan el efecto de diferentes horarios de inicio escolar en la duración de sueño, el jetlag social y/o el cronotipo en adolescentes. El efecto de distintos horarios escolares en cada una de esas variables se cuantificó mediante meta-análisis y las contribuciones de la magnitud de la diferencia entre los horarios escolares, el reloj social y el reloj solar se evaluaron utilizando meta-regresiones. Resultados: Los horarios escolares más tardíos se asociaron con una mayor duración del sueño en días hábiles, menor jetlag social y cronotipos más tardíos. Distintas meta-regresiones mostraron que no sólo la distancia entre los horarios comparados, sino también su interacción con el reloj solar (pero no con el social) moduló el efecto del horario escolar sobre los horarios y la duración de sueño en los días hábiles en la adolescencia.