Acceso usuarios
Gabriela Fernández Theoduloz, Nicolás Barreto, Vanessa Garcia, Jezebel Mercadal, Cecilia Misol, Ana Montenegro, Maria Eugenia Ortega, Catalina Suarez, Maria Emilia Sugo, Valentina Paz
Introducción: La evidencia indica que una baja calidad de sueño se relaciona directamente con el deterioro de la salud física, cognitiva y emocional. La rumiación cognitiva depresiva, estrategia desadaptativa que incide en la pobre calidad de sueño, implica pensar de forma no consciente y recurrente en eventos o emociones del pasado, percibidos como negativos. Además, menor nivel de rumia se vincula a mayor presencia de resiliencia (habilidad adaptativa que implica la capacidad de anteponerse a las adversidades o situaciones desfavorables y recuperarse de forma efectiva). Objetivo. Este estudio investigó la relación entre la rumiación, la resiliencia y la calidad del sueño en adultos emergentes uruguayos, una etapa caracterizada como una transición entre la adolescencia y la adultez y asociada con una mayor vulnerabilidad a los trastornos psicológicos. Metodología. Se recopilaron datos de 835 participantes de entre 18 y 25 años, utilizando una encuesta en línea que incluyó un cuestionario socio-demográfico, el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI), la Escala de Respuestas Rumiativas (RRS) y la Escala de Resiliencia de Connor-Davidson (CD-RISC). Resultados: Los resultados mostraron que la puntuación media del PSQI fue de 9,5±3,57, lo que indicaría una mala calidad del sueño. Las puntuaciones medias de RRS y CD-RISC fueron de 50,7±14,8 y 45,9±11,6, respectivamente. Se encontró que la calidad de sueño se asociaba principalmente con la rumiación (a mayor rumia, peor calidad) (β=0,08, p=0,003), mientras que la rumia se asociaba de manera independiente con la calidad (a peor calidad, mayor rumia) (β=1,02, p=0,02) y la resiliencia (a mayor resiliencia, menor rumia) (β=-0,38, p<0,001). Discusión: Estos resultados destacan la importancia de abordar la rumiación en las intervenciones destinadas a mejorar la calidad del sueño y el bienestar psicológico en adultos emergentes. Los hallazgos también pueden ayudar a comprender mejor la relación entre el sueño y la salud mental.
