Investigar en primera infancia supone considerar que nos aproximamos a un momento de constitución, de movimientos y procesos en todos los aspectos que hacen al desarrollo, y esos cambios se dan siempre en un contexto intersubjetivo. Aquello que ocurre en los primeros años de vida de un niño es fundante para su desarrollo, por lo que no debe descuidarse su vida prenatal, el parto, los acontecimientos que tienen lugar en las primeras horas y días de vida, sus primeros vínculos afectivos. Nos aproximamos al estudio de la primera infancia sin perder de vista la singularidad de cada niño, considerando que se encuentra atravesado por diversas dimensiones (social, económica, familiar, educativa, entre otras).Conocer acerca de lo que ocurre en las primeras etapas del desarrollo infantil y de la relación madre-hijo es crucial en la investigación en este momento, y es allí donde la Psicología Perinatal nos brinda valiosos instrumentos ya que permite considerar a la díada, tríada o familia en su conjunto, superando la división entre lo físico y lo emocional. Desde esta perspectiva, es que la observación detallada y especializada en los primeros momentos de la vida del niño implica detectar los sufrimientos precoces, aquellos signos de alarma que delatan dificultades en el desarrollo en pos de evitar que cronifiquen en alteraciones posteriores. Entre estas alteraciones, nuestra investigación se centra en detectar las dificultades que se presentan en torno a la alimentación en los niños, motivo frecuente de consulta y que genera mucha angustia en la familia. El comportamiento alimentario se va configurando desde los primeros momentos de vida y se ve influenciado por factores biológicos, sociales y ambientales. Nuestros resultados evidencian que el 89.5% de los niños evaluados no presentan dificultades en la alimentación y prevalecen las prácticas parentales propias de un estilo autorizado