Mario Sainz Martínez, Gloria Jiménez Moya, Roberto Lobato
Investigaciones previas muestran que la deshumanización animalista de los grupos de nivel socioeconómico (NSE) bajo, frente a los de NSE alto, favorece que se perpetúen las diferencias socioeconómicas. Sin embargo, nuestro conocimiento sobre las variables que provocan la (des)humanización de estos grupos es escaso. Este estudio se basa en la literatura previa sobre las causas de la deshumanización para llevar a cabo un análisis exhaustivo de las variables potencialmente predictoras de la atribución de humanidad a estos grupos. En un estudio a gran escala (N = 765) realizamos un análisis de regresión jerárquica en diversos pasos para identificar la contribución de cada proceso psicosocial. Los resultados revelan que la intranquilidad y la seguridad respecto los estratos más pobres, así como la dominancia social y el clasismo hostil predecían la (des)humanización de los grupos de bajo NSE, mientras que para la (des)humanización de los grupos de NSE alto, los principales predictores fueron el sexo de la persona, la admiración y la (ausencia de) vergüenza respecto a los más ricos. Se discute esta doble vía de atribución de humanidad a los grupos en función de su respectivo NSE, así como posibles intervenciones prácticas para reducir la brecha de humanidad percibida entre los grupos de NSE alto y bajo.
Previous research shows that animalistically dehumanizing low-socioeconomic-status (SES) groups, compared to high, favours maintaining socioeconomic differences. Less is known about the variables that trigger the (de)humanization of these groups. We rely on previous literature about the causes of dehumanization to perform an extended analysis of the variables that potentially predict the attribution of humanity to these groups. In a large study (N = 765), we included several steps using hierarchical regression analysis to identify the contribution of each psychosocial process. Results highlight that low-SES (de)humanization was predicted by unrest and security towards the poor along with social dominance and hostile classic attitudes, while high-SES (de)humanization was predicted by individuals’ sex, admiration and (lack of) shame towards the rich. This double path of ascribing humanity to groups based on their status is discussed and practical interventions to narrow the perceived humanity gap between low and high SES are highlighted.