Sabin Aduriz Ugarte
Constatamos hoy cómo el fracaso del proceso adolescente puede derivar hacia una identificación alienante con una imago fanática y violenta, cuya función es la de conjurar la vulnerabilidad del adolescente a través de la búsqueda de un ideal omnipotente. Mediante un caso clínico muestro cómo el fanatismo necesita erigir ídolos, dioses oscuros, como representantes de la verdad absoluta y de la omnipotencia, y alienta el relato de un mágico renacimiento (nuevo nombre, nueva filiación, identificación con un grupo fraternal). Como psicoanalistas no podemos mantenernos ajenos a esta realidad y, por tanto, hemos de tratar de profundizar en los mecanismos inconscientes que la determinan.