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Doce sujetos con ansiedad generalizada fueron sometidos a un entrenamiento en relajación progresiva. Seis de ellos recibieron entrenamiento según un procedimiento habitualmente utilizado en la práctica clínica, comenzando con sesiones de ejercicios de tensión-relajación de dieciséis grupos de músculos; los seis sujetos restantes se sometieron a un entrenamiento que, a diferencia del anterior, comenzó con sesiones de tensión-relajación de cuatro grupos musculares, intentando disminuir así el coste inicial del mismo a fin de propiciar mayores niveles de adherencia a la práctica diaria de los ejercicios. Los resultados mostraron que ambos procedimientos produjeron reducciones significativas tanto en variables fisiológicas como en cuestionarios de respuestas relacionadas con la ansiedad; además, en ambas condiciones los sujetos manifestaron haber alcanzado similares altos niveles de relajación, concentración en los ejercicios, dominio de la técnica y confianza en su utilidad. Sin embargo, el grado de adherencia a la práctica alcanzó niveles considerablemente más elevados en el grupo entrenado mediante el procedimiento de bajo coste inicial, especialmente durante las primeras fases del entrenamiento.
