Maider Prieto Vila, Francisco José Estupiñá Puig, Marta Evelia Aparicio García, Álvaro Santalla Arrebola, Ana Sanz Cortés, Cristina Larroy García
Introducción: Las diferencias de género en la academia afecta la participación de las mujeres, donde las mujeres tienen menos oportunidades en comparación con los hombres (p.ej. para alcanzar posiciones en la academia, conseguir financiación para proyectos, mayor dificultades para la conciliación familia-trabajo, mayor síndrome del impostor, etc.). Sin embargo, hasta la fecha, hay poca evidencia sobre las diferencias de género entre estudiantes de doctorado a pesar de que es una posición crucial para el futuro de la academia. Aunque existe evidencia que las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir distrés que los hombres. Objetivo: identificar las diferencias de género entre los estudiantes de doctorado. Método: Un total de 1010 estudiantes de doctorado (645 mujeres y 365 hombres) participaron en una encuesta de corte transversal. Se utilizaron pruebas t y pruebas de chi-cuadrado para realizar una comparación entre estudiantes según género. Resultados: Las doctorandas muestran niveles más altos de síntomas de ansiedad, angustia y conflicto trabajo-familia, y reciben menos tratamiento de salud mental. También informaron una menor satisfacción con la supervisión de tesis, reconocimiento y formación, y niveles más altos de arrepentimiento por comenzar un doctorado. Conclusiones: Estos hallazgos resaltan las diferencias según género en estudiantes de doctorado y enfatizan la necesidad de políticas sensibles al género y de apoyo para la salud mental..
Introduction: Gender bias in academia persists, affecting women's participation. It is well known that women have less opportunities in comparation with men (i.e. to achieve positions on academia, be awarded with a grant, more difficulties for family-work conciliation, impostor syndrome, etc.) However, to date now, there is little evidence about gender differences among doctoral candidates despite it is a crucial position for the academia’s future, but it is evidenced that women have double chances of being distressed than male candidates. Aim: identify gender disparities across doctoral candidates. Methods: A total of 1010 doctoral candidates (645 women and 365 men) participated on a cross-sectional survey. Statistical analyses, including t-tests and chi-square tests were used to perform a comparation between male and female candidates. Results: Female candidates show higher levels of anxiety symptoms, distress, and work-to-family conflict, and were less likely to receive mental health treatment. They also reported lower satisfaction with thesis supervision, recognition, and training and higher levels of regret about starting a PhD. Conclusions: These findings highlight the disparities across male and female doctoral candidates in academia and emphasize the need for gender-sensitive policies and support mechanisms for mental health.