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Daniela Santos e Sousa, Ana Nunes da Silva, David D. Neto
Mucho se sabe sobre los desafíos que los psicólogos clínicos enfrentan en su carrera. También se conocen los riesgos de trabajar en cuidados paliativos en los médicos y enfermeros. Los profesionales que trabajan en este contexto están expuestos a la muerte y al sufrimiento todos los días. Este y otros factores personales y contextuales pueden contribuir para grandes niveles de estrés. Sin embargo, la presencia de sentimientos de satisfacción por compasión, la comunicación con el equipo, la capacidad de atribuir un significado a la muerte, entre otros, mitigan el impacto de los riesgos. Para lidiar con los desafíos de este trabajo, enfermeros y médicos utilizan diversas estrategias de autocuidado que previenen el burnout y promueven una mejor práctica profesional. No obstante, se han realizado pocas investigaciones sobre el impacto que tiene trabajar en cuidados paliativos en los psicólogos clínicos.
Es necesario explorar la influencia que este trabajo tiene en el bienestar de los psicólogos y la relevancia que atribuyen al autocuidado. Este estudio cualitativo explora las experiencias de los psicólogos que trabajan en cuidados paliativos en Portugal para comprender los aspectos relacionados con el autocuidado. Once psicólogos portugueses que trabajan en cuidados paliativos participaron en entrevistas semiestructuradas. Se realizó un análisis temático y surgieron tres dominios: (1) el trabajo en cuidados paliativos y su impacto; (2) autocuidado: cómo, para qué y por qué no más; y (3) aprendizaje de autocuidado.
Los resultados sugieren que trabajar en este contexto como psicólogo trae desafíos como: involucramiento emocional con los pacientes, exposición al sufrimiento y muerte, y no tener a nadie que cuide de su bienestar. Los participantes dijeron sentir poca disponibilidad para la familia, presencia de instabilidad emocional, o problemas de sueño. Pero ser psicólogo en los cuidados paliativos también trae beneficios, como aprender a valorar su propia vida y sentirse reconocidos por su profesión, impactando el sentido que dan a sus experiencias cotidianas. Para minimizar el impacto de su trabajo, los participantes adoptaron diversas estrategias de autocuidado, por ejemplo: valorar las relaciones interpersonales, compartir dificultades con colegas, tener un estilo de vida saludable, entre otros. Dado el impacto existencial de su contexto de trabajo, los psicólogos priorizan estrategias que mejoren sus relaciones con ellos mismos y con sus seres queridos. Estas prácticas de autocuidado se perciben como una mejora del desempeño profesional y contribuyen al bienestar del psicólogo.
En cuanto a las barreras para el autocuidado, la falta de tiempo por sobrecarga de trabajo fue el obstáculo más destacado. Además, el hecho de que los psicólogos se consideren invencibles, negando esta necesidad de cuidarse, es una barrera para el autocuidado. Los participantes manifestaron que es común que sientan culpa por cuidarse. Una posible explicación de esto es que los psicólogos parecen tener creencias sesgadas sobre lo que se espera de ellos como profesionales de la salud mental, ya que creen que deben ser capaces de tolerar y regular todas las emociones. Puede ser que estas barreras estén relacionadas con el poco acceso a la información sobre el autocuidado durante su formación, ya que la mayoría de los participantes identificaron la necesidad de mejorar la educación sobre el autocuidado.
Una limitación del estudio se relaciona con las características de la muestra, ya que todas las participantes eran mujeres, a pesar de que representa la demografía en la clase trabajadora de psicólogos en Portugal.
Esta investigación permite comprender las prácticas de autocuidado entre los psicólogos de cuidados paliativos y le da relevancia a este tema. Así, se espera que los psicólogos que trabajan en el entorno de los cuidados paliativos aumenten la relevancia dada al autocuidado y se cuiden para que cuiden bien de los otros.
The risks inherent to being a doctor or a nurse in palliative care are well known. Since palliative care is a context in which professionals are exposed to specific risks and challenges, self-care is important to promote a better practice and prevent burnout. However, little research has been conducted to determine the impact palliative care setting has in clinical psychologists. It is necessary to explore the influence this work has on the well-being of psychologists, and the relevance they attribute to self-care.
This qualitative study explores the experiences of clinical psychologists working in palliative care in order to understand the various aspects related to their self-care. Eleven Portuguese psychologists working in palliative care participated in semi-structured interviews. A thematic analysis was performed, and three main domains emerged: (1) working in palliative care and its impact; (2) self-care: how, what for and why not more; and (3) self-care learning. The findings suggest that being a psychologist in this setting has risks, as being exposed to human suffering, but also has existential positive benefits that allow them to seize their own lives and understand the strengths of humankind. Self-care practices are perceived as improving professional performance and contribute to the well-being of the psychologist. Also, participants recognized some barriers to self-care that seem to be related to the little access to self-care information during their training. This research allows an understanding of self-care practices and gives relevance to this topic within palliative care psychologists.
