Huelva, España
El trastorno de dolor genito-pélvico/penetración (GPPPD) ocupa la tercera causa de disfunciones sexuales femeninas, manifestándose tanto en etapas reproductivas como post-reproductivas. Posee una etiología multifactorial y, como tal, requiere un tratamiento multidisciplinario. Esta revisión sistemática tiene el objetivo de conocer la efectividad de los tratamientos psicológicos y fisioterapéuticos, o la combinación de ambos, que se han llevado a cabo en los últimos diez años en mujeres adultas con diagnóstico de GPPPD. 16 estudios indexados en las bases de datos PsycINFO, Scopus y Medline fueron seleccionados. Se encontraron evidencias de la efectividad de la terapia física, especialmente cuando la manipulación se centra en la musculatura del suelo pélvico. También, mostraron resultados significativos la exposición gradual a través de dilatadores, y otros componentes de la terapia cognitivo-conductual y terapia sexual. Estas técnicas no solo disminuyen el dolor genito-pélvico y capacitan a la mujer para la penetración, sino que mejoran la función sexual en general. La implicación de la pareja resultó favorable en el proceso. Asimismo, la terapia grupal y la modalidad de internet también merecen ser contempladas por su efectividad. Por el contrario, no se han encontrado evidencias de que la terapia EMDR repercuta positivamente en la tasa de coito, aunque sí sobre otros aspectos relacionados con la experiencia del dolor.
Genito-Pelvic Pain/Penetration Disorder (GPPPD) ranks as the third leading cause of female sexual dysfunctions, appearing in both reproductive and post-reproductive stages. It has a multifactorial etiology and because of this it is necessary a multidisciplinary treatment. This systematic review aims to explore the effectiveness of psychological and physiotherapeutic treatments, or a combination thereof carried out in the last ten years in adult women diagnosed with GPPPD. Sixteen studies indexed in the PsycINFO, Scopus, and Medline databases were selected. Evidence was found regarding the effectiveness of physical therapy, especially when the focus is on pelvic floor musculature. Gradual exposure through dilators, as well as components of cognitive-behavioral therapy and sexual therapy, also showed significant results. These not only decrease genito-pelvic pain and empower women for penetration but also improve overall sexual function. Partner collaboration proved beneficial in the process. Additionally, group therapy and internet-based modalities also deserve consideration due to their effectiveness. However, no evidence has been found that EMDR therapy positively impacts coital rates, although it does affect other aspects related to the experience of pain