Las prácticas educativas en contextos de privación de libertad son revisitadas en este artículo desde una perspectiva de género. La presencia sostenida de la UNICEN en las cárceles del centro de la Provincia de Buenos Aires, con intereses directos en procesos formativos destinados a personas detenidas, han dado lugar a procesos de reflexividad sobre nuestro trabajo, sobre aquello que se relata o se observa y que nos impacta individual y colectivamente. De esas reflexiones, una de ellas emerge con fuerza: nuestras prácticas educativas -pretendidamente emancipadoras- en la cárcel deben ser revisitadas desde una perspectiva de género que involucre sus dimensiones epistemológicas y pedagógico-didácticas, así como nuestros posicionamientos ético-políticos. Se presentan aquí algunos aportes que surgen de esas reflexiones entendiéndolos como posibles potenciadores de prácticas educativas más amplias.
Educational practices in confinement contexts are revisited in this article from a gender perspective. The sustained presence of UNICEN in the prisons of the Province of Buenos Aires’s center, with direct interests in training processes for detainees, has given rise to processes of reflection on our work, on what is reported or observed and what It impacts us individually and collectively. From these reflections, one of them emerges strongly: our educational practices - supposedly emancipatory- in prison must be revisited from a gender perspective that involves its epistemological and pedagogical-didactic dimensions, as well as our ethical-political positions. Some contributions that arise from these reflections are presented here, understanding them as possible enhancers of broader educational practices.