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Sandra Inés Equis, Jorge Germán Bode
La práctica docente sostenida desde el veganismo, como posicionamiento ético y político posibilitador del derecho a la educación, se constituye en una trama sostenida por un grito que contiene infinidad de gritos y un abrazo que alberga infinidad de abrazos. Grito que reúne los gritos de horror, sometimiento y opresión sufridos por los animales no humanos, y abrazo de confianza en la construcción de un mundo genuinamente respetuoso, amparador, justo, amable y pacífico para todas las especies.A partir de una perspectiva hermenéutica reflexiva y crítica acerca de la práctica docente, desde la cual la reflexión tiene la orientación de construir una sociedad justa e igualitaria mediante la transformación, en la trama reflexiva del presente texto entrelazamos interrogantes, construcciones argumentativas y breves narrativas de vidas, que involucran reflexiones entramadas a discusiones posibles de ser abordadas de manera dialógica. Asimismo, construimos principios éticos y políticos a modo de invitaciones inspiradoras en el movimiento reflexivo de nuestras prácticas docentes. Problematizamos el especismo que atraviesa prácticas culturales alienantes, a fin de ponerlo en reflexión mediante prácticas reflexivas creadoras de libertad. ¿Qué sentido tiene la práctica docente, si en su finalidad no habita el deseo y sueño movilizador de reflexión y colaboración, por la construcción de paz para todas las especies, como cuestión de derecho?Porque nadie tendría que rogar por la libertad como bien común en nuestro hogar compartido, la tierra, consideramos que la perspectiva vegana abraza la dignidad de infinidad de especies y necesita estar presente en toda práctica docente inclusiva.
Teaching, as a practice sustained by veganism understood as an ethical and political approach that underpins the right to education, is a construct that is sustained by the cry of multiple cries and the embrace of multiple embraces. A cry with the force of terror, subjection and oppression that non-human animals are made to suffer; an embrace full of confidence in the genuine creation of a world full of respect, protection, fairness, kindness and peace for all the species alike. From a hermeneutically reflective and critical approach to teaching practices, where reflection aims at building a fair and equal society through transformation, we will reflect on questions, arguments, and short life storylines, from tangled reflections to debates that can be approached by means of dialog. We also elaborate on ethical and political principles as an invitation that inspires to join the movement that reflects upon our teaching practices. We bring up and reflect on the issue of speciesism, transversal to alienating cultural practices, through reflective and liberating practices. What is the point of our teaching methods if their final goal does not welcome the wish and dream that trigger reflection and collaboration in pursuit of the construction of peace for all the species, who are entitled to such right? Because no one should beg for freedom, a common asset on this home we share, the Earth, we believe that the vegan perspective embraces the dignity of an infinity of species, and must be part of every inclusive teaching practice.
