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Francisco Pérez Fernández
Si Michel Foucaultya hizo del panoptismo benthamiano piedra angular de su crítica a la tecnologización moderna del castigo pretendidamente “humanitario” y “rehabilitador” defendido por la Ilustración, cuya máxima expresión adquirió se manifestó como “reforma constante de las prisiones”, no es menos cierto que el modelo panóptico de Jeremy Bentham, al que durante décadas se contempló como epítome de un sistema correccional moderno, positivo, eficiente, económicamente productivo, psicológicamente certero y moralmente saludable, tuvo en realidad un impacto más teórico que real en los sistemas carcelarios occidentales. La teoría del panóptico topaba con dificultades económicas y técnicas que hacían de ella un imaginativo experimento psicosocial sin posibilidad de implantación real. Así pues, el concepto mismo de “panóptico” terminó pasando del sustantivo al adjetivo, y toda la literatura construida en torno al mitológico “ojo que todo lo ve” fue desvelándose como una mera ficción intelectual. Este trabajo, de investigación psicohistórica, trata de pergeñarla introducción en España de ese proyecto tecnológico reformador de los presidios que fue el ideario panoptista, y de cómo se materializó su fracaso, pese al entusiasmo de sus defensores. Sin embargo, y paradójicamente, lejos de implicar tal fracaso una renuncia al modelo mismo, éste sirvió como acicate para reconducirlo hacia la reformulación de una genuina “teoría de la prisión” -y “del prisionero”-que encontró articulación en toda una filosofía de la reforma penitenciaria y del tratamiento del recluso que fraguó en los cambios jurídicos y en los proyectos arquitectónicos, así como en el ideal mismo de la “reinserción”
Michel Foucault made the Benthamian panoptism cornerstone of his criticism of the modern technology of punishment allegedly "humanitarian" and "rehabilitator" as defended by the Enlightenment, whose maximum expression was manifested as "constant reform of prisons", is no less true that the panoptic model of Jeremy Bentham, whichwas seen as the summitof a modern correctional system, positive, efficient, economically productive, psychologically accurate and morally healthy, actually had a more theoretical than real impact on Western prison systems. The theory of the panopticon ran into all sorts of economic and technical difficulties that made it an imaginative psychosocial experiment without the possibility of real implantation. Thus, the very concept of "panopticon" ended up going from the noun to the adjective, and all the literature built around the "eye that sees everything" was revealed as an intellectual fiction.This work, of psicohistorical research, tries to outline from its introduction in Spain of that technological project that reformed the presidios that was the panopticideology, and how its failure materialized, despite the enthusiasm of its defenders. However, and paradoxically, far from implying this failure a renunciation of the model, it served as an incentive to redirect it towards the reformulation of a genuine "prison theory" -and "the prisoner" - that found articulation in a whole philosophy of the penitentiary reform, the control of the spaces and the treatment of the prisoner that he framed in the juridical changes and in the architectural projects, as well as the very ideal of "re-education”.
