Ângela Lacerda Nobre, Rafael Pérez, Rogério Duarte
El poder grupal es el efecto sinérgico y potenciador de experimentar que los resultados del esfuerzo colectivo superan la suma de sus partes individuales.
El poder grupal está presente en reuniones espontáneas e involuntarias cuando, por ejemplo, los/as pasajeros/as de un autobús que se averió en el camino tienen que encontrar soluciones colectivas después de quedarse atrapados en medio de la nada. El poder grupal también se interpreta en términos biológicos, como un instinto de supervivencia de la especie que mantiene unidas a familias, tribus y clanes. Políticamente, el poder de grupo es la razón de ser de la agrupación humana en estructuras micro, meso, macro y globales, a través de instituciones, organizaciones, cooperativas, gremios, federaciones, comunidades de lugar y comunidades de práctica, y consorcios y alianzas.
El objetivo de la presente propuesta es explorar un diálogo abierto con algunos de los principales pensadores de la contemporaneidad y abordar la experiencia de la formación y supervisión de la escuela salmantina Impromptu en dos áreas, a saber, el Sociopsicodrama y el Teatro Playback, entendido como una forma de teatro aplicado. La racionalidad poética de Zambrano, las comunidades políticas de Llansol, la curación de las sociedades, sociatría, y la tele grupal de Moreno, y la fenomenología de la vida de Henry ofrecen una retrospectiva rica y visiones diversas y convergentes sobre el poder de los grupos. El caso central es que la experiencia existencial directa permite afirmar que el poder del grupo está dirigido, explorado, deseado y experimentado, individual y colectivamente, formal e informalmente y, sin embargo, nunca deja de ser entendido, gestionado y planificado en su totalidad. En consecuencia, la esencia de la esencia y el fin último es a la vez trascendente y inmanente, subjetiva y intersubjetiva, ya que el ser humano se genera a sí mismo a través de las experiencias grupales que es capaz de explorar y a las que tiene acceso, directamente, en primera persona, o en segunda o tercera mano, a través de la experiencia de otros y otras, en narrativas, mitos y producción simbólica. Las conversaciones, la observación y la imitación también ofrecen procesos abiertos de poder grupal. El eje central es el reconocimiento de la experiencia del poder grupal como un proceso, permanente y continuo, donde nadie se queda atrás, presente en conceptos y movimientos cívicos como la ciencia abierta, la ciencia ciudadana y la ciencia militante.