Ana Concheiro Guisán
La pandemia COVID-19 ha impactado en la gestión de los servicios asistenciales, incluida la Pediatría. El esfuerzo de los profesionales se ha dirigido a tratar de conciliar seguridad y humanidad en la atención dispensada. Los niños y niñas no han resultado significativamente afectados por el virus SARS CoV-2, pero sí han sufrido los efectos indirectos de la pandemia, especialmente en la esfera psico-afectiva. Así mismo han visto limitada su accesibilidad al sistema sanitario. Estos efectos resultaron especialmente preocupantes en los colectivos más vulnerables como pueden ser los pacientes con Trastornos del Espectro Autista (TEA).