Se me ha pedido que abra estas jornadas con una presentación panorámica de la ética ante la realidad de las personas con discapacidad. Advierto de antemano que la amplitud del objetivo me impedirá llevar a cabo la profundización que cada punto concreto merece. Pero, por otro lado, diseñar el horizonte en su complejidad, además de ofrecer las correspondientes posibilidades de orientación, permitirá entender correctamente el alcance y sentido de cada parte, al situarla interrelacionadamente con las demás.