Con este artículo nos proponemos contribuir a la gestión colectiva de estos conocimientos, aportando una reflexión sobre la Planificación Centrada en la Persona, como metodología coherente con el respeto a la Autodeterminación -dimensión central del concepto de Calidad de Vida-, entendida ésta desde la doble perspectiva de capacidad y de derecho, y compartiendo una propuesta de buenas prácticas tanto en relación a la persona como a la organización para aplicar esta metodología.