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Irene Rodrigo Holgado, Carolina Elisa Combarro Ripoll, Alba Juanes González, María Jesús del Yerro, Sara Solera Mena, Gabriel Rubio Valladolid, Juan de Dios Molina Martín
The COVID-19 pandemic had a serious impact on mental health, associated with Post Traumatic Stress Disorder (PTSD) after infection and within healthcare professionals. We propose to compare the semiology, evolution and trauma-associated variables between both groups in a sample of patients. An observational retrospective study was performed, including 42 hospitalized COVID-19 patients and 31 health professionals, treated at the Mental Health Service of the Hospital 12 de Octubre, between June 2020/21, with a diagnosis of PTSD. Mental state evaluation was performed through a standard clinical interview. Additionally, the 8-item treatment-outcome post-traumatic stress disorder scale (TOP-8) was administered. Demographic data, variables related to hospital stay and pre/peri/post-trauma variables considered of interest were collected. All analyses were performed using the Stata 16 program. Health professionals showed higher levels of recovery, however no significant differences were found in the initial severity of the PTSD. Regarding the symptom pattern it was similar between both groups, except that professionals presented more dissociation during the traumatic event. In general, the subjects presented mainly intrusive symptoms, hyperarousal and sleep-related difficulties. Having witnessed suffering or death, and the gypsy ethnic group, were the variables with the greatest impact in the PTSD severity. These results suggest that the COVID-19 leaves important psychological sequelae such as PTSD, both in infection survivors and in health professionals. Differences found could be due to dissimilarities in coping resources and therapeutic adherence styles. We consider that knowing the variables involved can help improve intervention in these vulnerable groups.
La pandemia por COVID-19 ha tenido grave impacto sobre la salud mental, asociándose con Trastorno por estrés postraumático (TEPT) tras la infección y en profesionales sanitarios. Nos proponemos comparar la semiología, evolución y variables asociadas al trauma entre ambos grupos en una muestra de pacientes.
Se realizó un estudio observacional retrospectivo, incluyendo 42 pacientes hospitalizados por COVID-19 y 31 profesionales sanitarios, tratados en el Servicio de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre, entre junio 2020/21, con diagnóstico de TEPT. Se realizó entrevista clínica estándar. Adicionalmente, se pasó la Escala de 8 ítems para los resultados del tratamiento del TEPT (TOP-8). Se recogieron datos demográficos, variables relacionadas con la estancia hospitalaria y variables pre/peri/post-trauma. Se analizaron los datos usando el programa Stata 16. Los profesionales sanitarios mostraron mayores niveles de recuperación, sin embargo, no hubo diferencias significativas en la severidad inicial del TEPT. El patrón sintomático fue similar entre ambos grupos, excepto que los profesionales presentaron más disociación durante el evento traumático. Todos presentaron principalmente síntomas intrusivos, hiperactivación y dificultades de sueño. Haber presenciado sufrimiento o muerte, y la etnia gitana, fueron las variables con mayor impacto en la severidad del TEPT. Estos resultados sugieren que la COVID-19 deja importantes secuelas psicológicas como el TEPT, tanto en supervivientes de la infección como en profesionales sanitarios. Las diferencias encontradas podrían ser debidas a disimilitudes en recursos de afrontamiento y estilos de adherencia terapéutica. Consideramos que conocer las variables involucradas puede ayudar a mejorar la intervención en estos grupos vulnerables.
