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Ferrán Padrós Blázquez
, Cristian López Raventós
Desde hace más de quince años se ha señalado que la democracia está en crisis. Se han detectado importantes problemas, como los reducidos índices de participación en las jornadas electorales (Herrera, 2019), subida de los populismos (Taguas & Canovan, 2014), etc. Lo cual puede atribuirse en parte a la escasa y mala calidad de información que disponen los votantes, la cual se adquiere fundamentalmente por la ruta periférica según el modelo de Probabilidad de Elaboración propuesto por Petty y Cacioppo (1986). Por ello, en este trabajo se proponen dos acciones con la finalidad de mejorar el funcionamiento democrático. La primera, una “licencia para votar”, es decir, que las personas para poder ejercer el derecho al voto demuestren a través de un examen, un mínimo de conocimientos sobre el sistema político y las propuestas de los contendientes. La segunda, la “regulación de la información” ofrecida por los medios, concretamente se propone la prohibición (o no financiación pública) del uso de vallas publicitarias, anuncios por diferentes medios (radio, televisión, etc.) con escasa o mínima información ya que se centran en la ruta periférica. Finalmente, se comentan las posibles consecuencias de la aplicación de las medidas propuestas, donde destaca que esta nueva democracia que denominamos “ilustrada” y “comprometida” sería valorada de forma más positiva y sobre todo los gobiernos tendrías más probabilidades de ser más efectivos.
