Kreisfreie Stadt Kassel, Alemania
Las investigaciones realizadas hasta la fecha muestran que, para que la temperatura global no supere el incremento límite de 2ºC establecido en el Acuerdo de París, es necesario realizar cambios en la dieta humana a nivel global. La comprensión de la conducta dietética humana es esencial para la aplicación exitosa de las políticas medioambientales que fomenten conductas proambientales. La falta general de conciencia sobre los efectos del consumo de carne y productos lácteos sobre el CO2 es un obstáculo significativo, que dificulta la adopción de dietas sostenibles. Por lo tanto, la evaluación de las intervenciones basadas en conocimientos previos requiere de instrumentos fiables para cuantificar el impacto sobre el clima de los conocimientos sobre el consumo de alimentos. Desgraciadamente, los instrumentos actualmente disponibles para medir el conocimiento proambiental no son específicos a este dominio. Nuestra prueba de conocimientos sobre la externalidad climática alimentaria trata de suplir esta carencia. Se calibró mediante la aplicación de la Teoría de Respuesta al Ítem sobre una muestra de universitarios alemanes, y se validó con una muestra de estudiantes alemanes y dos muestras de estudiantes chilenos. La escala resultante mostró un buen ajuste aproximado al modelo, estadísticas de ajuste de ítems aceptables, buena fiabilidad, y la capacidad de predecir tanto patrones de selección de alimentos relevantes para el clima como los rendimientos de grupo de expertos. Sin embargo, se encontraron pruebas de funcionamiento diferencial de los ítems en función del contexto cultural. Nuestro instrumento aporta una contribución valiosa para la comprensión y el fomento de las elecciones sostenibles de alimentos a escala global.
Research underscores the imperative for global dietary shifts to curb global temperature rise within the Paris Agreement’s 2°C limit. Understanding human dietary behaviour is crucial for effective environmental policies promoting pro-environmental actions. A significant obstacle is the lack of awareness regarding the CO2 implications of meat and dairy consumption, hindering sustainable diet adoption. Thus, evaluating knowledge-based interventions requires reliable tools to quantify climate impact knowledge related to food consumption. Unfortunately, existing pro-environmental knowledge measurement instruments lack domain specificity, leaving a void in assessing climate-conscious food choice knowledge. Addressing this void, our climate externalities food knowledge test was developed. It underwent calibration via item response theory with a German university student sample and validation across one German and two Chilean student samples. The resulting scale exhibited a strong approximate model fit, acceptable item fit metrics, good reliability and the ability to predict climate-relevant food-choice patterns and expert group performance. However, notable differential item functioning was observed based on cultural context. Our instrument provides a valuable contribution to understanding and promoting sustainable food choices on a global scale.