Cecilia Meza Peña, Carlos Antonio Rodríguez Aguirre, Brenda Ivonne Domínguez Vázquez
Se evaluaron los síntomas psicológicos durante el periodo de confinamiento por COVID-19 y su relación con el impacto del evento percibido en Nuevo León, México. Fue un estudio transversal de tipo correlacional donde participaron 1872 personas (34.7 % hombres y 65.3 % mujeres). Se utilizó el Inventario de Síntomas Revisado para evaluar el grado de malestar emocional y la Escala de Impacto de Evento revisada para evaluar sintomatología del estrés postraumático. El 56.5 % de la muestra presentó estrés postraumático. Existe relación entre la severidad global del malestar emocional y las dimensiones de estrés, edad y grado en que se practica la religión. Además, se encontraron diferencias significativas por sexo en todas las sub dimensiones del malestar emocional, siendo mayor la diferencia en somatizaciones. Por grupos de edad, también existen diferencias significativas, destacando el malestar emocional y el estrés postraumático, siendo mayor en los menores a 35 años. Tener un diagnóstico positivo de COVID-19 generó mayores somatizaciones, mientras que contar con alguien cercano que haya fallecido por causas relacionadas al mismo incrementa toda la sintomatología psicológica y el estrés postraumático. El inicio del confinamiento impactó emocionalmente a la población, siendo más vulnerables los grupos de mujeres y los menores de 35 años.
Psychological symptoms during the COVID-19 confinement period and their relationship with the perceived impact of the event were evaluated in Nuevo Leon, Mexico. The cross-sectional, correlational study was comprised of 1,872 participants (34.7 % men and 65.3 % women). The Symptom Checklist Revised was used to evaluate the degree of emotional distress and the Impact of Event Scale Revised to evaluate post-traumatic stress symptomatology. Post-traumatic stress was found in 56.5 % of the sample. There is a relationship between the global severity of emotional distress and the dimensions of stress, age, and degree of religious practice. In addition, significant sex differences were found in all the subdimensions of emotional distress, the difference being greater in somatization. There were also significant differences by age group, with emotional distress and post-traumatic stress being higher in those under 35. Having a positive COVID-19 diagnosis generated greater somatizations as well as having someone close to the patient who had died from COVID-19-related causes increased all psychological symptomatology and post-traumatic stress. The onset of confinement had an emotional impact on the population, with the most vulnerable groups being women and those under 35.