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Daniela Gómez Aguirre, Susana Saravia, Fernanda Díaz Castrillón, Claudia V. Cruzat Mandich, Erna Imperatore Blanche, Megan C. Chang
Las personas con Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) podrían presentar alteraciones en el procesamiento sensorial (TPS), por lo que el objetivo del estudio fue investigar si existe una relación entre los TCA y el TPS. La muestra incluyó 90 participantes chilenas, 40 pacientes ambulatorias con un TCA restrictivo, purgativo y no especificado evaluadas en la etapa aguda de su enfermedad, y 50 controles femeninos. Las participantes fueron evaluadas por un especialista y se les administró el Inventario de Trastornos Alimentarios (EDI-2) y la Escala de Procesamiento Sensorial para Adultos (ASPS). Los resultados arrojaron que las participantes con un TCA manifiestan una hipersensibilidad sensorial global elevada, mostrando hipersensibilidad propioceptiva (X = 5,7, SD = 1,2) y vestibular (X = 20,9, SD = 1,2) (X = 1,2, SD = 6,7), hiperreactividad propioceptiva vestibular (X = 11,1, SD = 3,6) y una mayor búsqueda de información propioceptiva y vestibular (X = 8,6, SD = 3,7) en comparación con los controles. Los resultados sugieren que, en la muestra clínica, la hiperreactividad sensorial puede representar un indicador del estado de la enfermedad, y que la búsqueda de información sensorial predominante en esta población podría explicar algunas conductas alimentarias y de comprobación corporal.
People with Eating Disorders (EDs) could present alterations in sensory processing (SPD), so the objective of the study was to investigate if there is a relationship between EDs and TPS. The sample comprised of 90 Chilean participants, 40 outpatients with a restrictive, purgative, and unspecified eating disorder evaluated in the acute stage of their disease, and 50 female controls. Participants were assessed by a specialist who administered the Eating Disorders Inventory (EDI-2) and the Adult Sensory Processing Scale (ASPS). The results showed that participants with an eating disorder manifested elevated global sensory hypersensitivity, showing proprioceptive (X = 5.7, SD = 1.2) and vestibular (X = 20.9, SD = 1.2) hypersensitivity (X = 1.2, SD = 6.7), vestibular proprioceptive hyperresponsiveness (X = 11.1, SD = 3.6) and increased proprioceptive and vestibular information seeking (X = 8.6, SD = 3.7) in comparison with controls. These results suggest that in the clinical sample, sensory hyperreactivity may represent an indicator of the state of the disease, and that the search for predominant sensory information in this population could explain some eating behaviors and body checks.
