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Norma Contini, Ana Betina Lacunza, Silvina Valeria Caballero, Sergio Mejail, Gabriel Lucero
Los objetivos fueron explorar: a) la percepción que sobre las interacciones sociales mediadas por las tecnologías digitales tienen los adolescentes que viven en condiciones de vulnerabilidad y b) los comportamientos agresivos a través de las tecnologías digitales en los participantes. Se empleó una metodología cualitativa mediante grupos focales. Participaron 123 adolescentes de 12 a 18 años escolarizados en una escuela secundaria pública de nivel socioeconómico bajo de San Miguel de Tucumán, Argentina. Lascondiciones de vida de los participantes son de alta vulnerabilidad. Se conformaron 12 grupos focales, para lo cual se seleccionaron seis cursos de los doce con los que cuenta la institución escolar. De los grupos focales las categorías emergentes fueron:a) Uso saludable de la tecnología, b) Uso nocivo: ciberbullying, violación de la intimidad, acoso, grooming, happy slapping, suplantación, agresión cibernética; y c) A quienes recurrir frente a la agresión. Se interpretan diferentes conceptualizaciones a partir de la narración de los participantes, destacándose que estos no siempre tienen registro de la potencia de replicación de los mensajes, la velocidad de circulación de la información, el efecto de envíos anónimos que descalifican al sujeto, la confusión entre broma y daño; esencialmente se destaca escaso insight acerca de cómo se borran los límites entre la dimensión pública y la privada. Se concluye que esta nueva modalidad de comunicación potencia el comportamiento agresivo en los adolescentes.
The aims were to explore: a) the perception of social interactions mediated by digital technology that adolescents in situation of vulnerability have and b) the participants’ aggressive behavior through digital technologies. A qualitative method with focusgroups was used. The participants were 123 12-to-18-year-old school adolescents attending a low socioeconomic level state secondary school in San Miguel de Tucumán, Argentina. The 2 participants’ living conditions are highly vulnerable. 12 focus groups were formed by selecting six classes out of the twelve that the institution has. The categories that emerged in the focus groups were: a) a healthy use of technology, b) a harmful use: cyberbullying, violation of privacy, harassment, grooming, happy slapping, impersonation, cyber aggression; and c) whom to turn to in case of aggression. Different conceptualizations are interpreted based on the participants’ accounts, emphasizing the fact that they do not always notice the power of replicating messages, the speed of the flow of information, the effect of anonymous sending that discredits a subject, the confusion between a prank and harm; essentially, the lack of insight into how the boundaries between public and private aspects are erased stands out. It is concluded that this new form of communication boosts aggressive behavior in adolescents.
