El dolor es una experiencia personal, resultante de un proceso singular para cada persona. El dolor se entiende como un fenómeno complejo y multidimensional, en el que la persona no solo tiene una experiencia perceptiva, sino también afectiva, que está condicionada por múltiples elementos interactivos biológicos, psicológicos y socioculturales. Las estrategias de afrontamiento que movilizan acciones instrumentales y recursos internos, así como la búsqueda de apoyo social, se asocian a un mejor ajuste y funcionamiento cotidiano, del mismo modo que las creencias de incontrolabilidad del dolor, una baja creencia de autoeficacia en el mismo y recurrentes pensamientos catastrofistas, se asocian a una mayor incapacidad, inadaptación y peor ajuste. El objetivo de todo tratamiento es que el paciente aprenda las técnicas que pueda utilizar como recurso en su vida diaria. Se expone un protocolo de terapia grupal ya que, en general, las terapias grupales funcionan bien con pacientes con dolor crónico.