Beatriz García Moratalla
Los profesionales de la salud mental estamos siendo protagonistas en las últimas décadas de un incremento de demandas de malestar en relación a problemas sociales y de la vida cotidiana, que podrían ser considerados procesos normales y que no cumplen criterios diagnósticos de trastorno mental y, por tanto, deberían estar fuera del ámbito sanitario. Este aumento del malestar está enmarcado en una sociedad moderna cuyos aspectos sociales, políticos, culturales y económicos han influido en esta nueva vivencia del sufrimiento desde lo médico en la que se busca una respuesta sanitaria. El manejo del malestar hasta hoy en día no está consensuado, sigue siendo controvertido y dispar entre los profesionales y es, por ello, que en este artículo insistimos en la defensa de la indicación de no-tratamiento como aquella intervención dotada de unos elementos psicoterapéuticos básicos que deberían conocer y entrenar los profesionales para ponerla en práctica en su día a día, y cuyo objetivo es evitar una psiquiatrización/psicologización de la sociedad y una saturación del sistema sanitario.
In recent years, the mental health professionals are protagonist of increased demand of people with social problems and of everyday life which are considered normal processes and it don´t meet criteria diagnostic criteria for a mental disorder and, therefore, it should be outside the health field. This increase in disconform is framed in a modern society whose social, political, cultural and economic aspects have influencedthis new experience of suffering from the medical point of view, seeking a health response. The management of discomfort to this day remains controversial and uneven among the different professionals and it is, therefore, that we defend the indication of no-treatment as an intervention with some basic psychotherapeutic elements that professionals should know and train, and whose objective is to avoid a psychiatrization /psychologization of daily life and a saturation of the health system.