Dentro de la categoría de agresores sexuales se engloba una población muy heterogénea, no sólo en lo que se refiere a su actividad delictiva, sino también a sus características personales, sociales, psicopatológicas, de estilo de vida, tasa de reincidencia y respuesta al tratamiento. Todo ello implica la necesidad de una combinación de métodos evaluativos que nos den una descripción lo más completa y fiable posible de cada agresor sexual. La adaptación del Multiphasic Sex lnventory (MSI) pretende incorporar una nueva herramienta a nuestro vademécum psicológico para evaluar más específicamente las características diferenciales de este tipo de delincuentes. Los resultados de la aplicación de dicho inventario, junto con otras pruebas, a una muestra amplía de delincuentes encarcelados (104 violadores, 43 abusadores de menores y 58 delincuentes no-sexuales), sin ser espectaculares, nos ha permitido señalar algunas diferencias significativas en:
- Actitudes, distorsiones y comportamiento sexual.
- Funcionamiento y preferencias sexuales.
- Orientación e historia sexual.
Dichos datos pueden ser muy útiles en la determinación del alcance y la magnitud de la desviación sexual, en el perfil inicial de riesgo de reincidencia y en la planificación de la intervención especializada.