El desarrollo de la neuropsicología en España está ligado al contexto universitario y clínico en que se han ido originando los distintos grupos de investigación e intervención, y a las demandas y necesidades de atención especializada de una creciente población con trastornos neurológicos, que demanda, además de cantidad de intervención, calidad y puesta al día en los tratamientos. Los trastornos sobre los que los neuropsicólogos españoles están trabajando son traumatísmos craneoencefálicos, trastornos cerebrovasculares, demencias, epilepsia, y los trastornos del aprendizaje. Los grupos de Sevilla y Barcelona son los más activos en cuanto a investigación e intervención clínica se refiere, si bien otros grupos están configurándose en otras partes de la geografía nacional. La neuropsicología española se configura como una especialización postgraduada dentro de la psicología con una fuerte vocación de trabajo multidisciplinar.