Roberto Lagos Grinstein, L. Fernández Cisneros, Francisco Murillo-Cabezas, S Blanco García-Barroso, C. Cejas Archidamo, U. Nobo López, S. F. Ameriso
Introducción. La ecografía se ha incorporado al arsenal de métodos diagnósticos disponibles para el examen de la disección de vasos cerebrales (DVC). Objetivo. Analizar la utilidad de la ecografía en el diagnóstico y seguimiento de la DVC. Pacientes y métodos. Estudio consecutivo de 67 pacientes con antecedentes y clínica compatibles con DVC, que dentro de las 48 horas previas o posteriores al estudio ecográfico tuvieron confirmación diagnóstica con otro método de referencia -angiografía digital o angiorresonancia magnética-. La ecografía se realizó en cuello y cráneo según sistemática habitual, mediante Doppler continuo, dúplex de cuello y Doppler transcraneal. El diagnóstico de disección se basó en signos directos e indirectos, en ausencia de placas de ateroma. Se consideraron signos directos: hematoma de la pared del vaso, flap, aumento localizado de la velocidad del flujo y ecogramas con sístole bífida. Como signos indirectos: las alteraciones hemodinámicas proximales a la disección, patrón de flujo de baja velocidad y alta resistencia. En el Doppler transcraneal se apreciaron los hallazgos distales a la disección: disminución de la velocidad media y pulsatilidad. Resultados. La ecografía de la serie reveló signos directos en 46 pacientes (69%) e indirectos en 21 (31%). La ecografía se empleó como método primario de diagnóstico en 29 (43%) pacientes; en los 38 (57%) restantes, para verificación del diagnóstico o seguimiento. Todos los diagnósticos ecográficos se confirmaron mediante angiografía digital (21 casos) o angiorresonancia magnética (46 casos). Conclusiones. Por su inocuidad y fiabilidad, la ecografía debería constituir el primer examen para establecer un diagnóstico presuntivo de DVC.