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Laia Benítez Manzanas, Guillem Feixas Viaplana, Aina Gabarrell Pascuet, Joan Domènech Abella, Philippe Mortier, Gemma Vilagut, Josep Maria Haro Abad, Jordi Alonso Caballero
Diversas investigaciones muestran que el proceso de duelo se asocia con una variedad de respuestas patológicas tanto a nivel mental como físico. Durante la pandemia de COVID-19 y las medidas restrictivas implementadas, se han producido pérdidas de personas cercanas en condiciones excepcionales. Es razonable pensar que muchas de las personas que estan en proceso de duelo no puedan superar su pérdida de una forma adaptativa, y que esto conlleve dificultades para procesar el duelo conducentes a alteraciones de su salud mental. La soledad, que se incrementó durante la pandemia, se ha identificado com un factor de riesgo significativo para la salud mental que resulta común para las personas que están en duelo. En este estudio, nos propusimos estimar los efectos del proceso de duelo en la salud mental en el contexto de la pandemia de COVID-19 y explorar el posible papel mediador de la soledad en la relación entre duelo y salud mental. Para ello, se realizaron encuestas en una muestra española representativa de 2000 personas adultas entrevistadas por teléfono durante la pandemia (Febrero-Marzo de 2021). Con estos datos, se realizaron regresiones logísticas para examinar los efectos del duelo en la depresión, ansiedad, ataques de pánico, estrés postraumático, abuso de substancias, y pensamientos y conductas suicidas. Nuestros resultados confirmaron que la forma en la que se procesa la pérdida de un ser querido influye en la salud mental de las personas. Las dificultades para elaborar el duelo resultaron asociadas de forma más significativa a la depresión (OR = 14.28) y ansiedad (OR = 11.61). Según se había previsto, la soledad explicó un porcentaje substancial (8-30%) del impacto del duelo disfuncional en los indicadores de salud mental. Nuestros resultados sugieren que, a la hora de abordar las consecuencias en la salud mental de la pandemia de COVID-19, los profesionales deberían considerar el papel del duelo y la soledad como objetos de evaluación y tratamiento.
Previous research found that bereavement is associated with several pathological responses affecting both physical and mental health. During the COVID-19 pandemic, and the socially disruptive measures implemented, losses of close contacts have occurred under exceptional circumstances, and it is reasonable to expect that many bereaved people would be unable to overcome their loss adaptively, resulting in dysfunctional grief leading to mental health alterations. Loneliness, which has increased during the pandemic, has been identified as a significant risk factor for mental health that is common when people grieve. In this study, we aimed to gauge the effects of the process of bereavement on mental health in the context of the COVID-19 pandemic and to explore the mediating role of loneliness on the relationship between grief and mental health alterations by surveying a representative sample of 2000 Spanish adults interviewed by phone during the pandemic (February-March 2021). Logistic regressions were performed to examine the effects of grief levels on depression, anxiety, panic attacks, post-traumatic stress disorder, substance abuse, and suicidal thoughts and behaviors. Our results confirmed that how the loss of a loved one is processed is associated with our mental health. Dysfunctional grief was significantly linked to all mental health conditions, particularly depression (OR=14.28) and anxiety (OR=11.61). As predicted, loneliness accounted for a substantial percentage (8-30%) of the impact of dysfunctional grief on mental health outcomes. Our results suggest that in dealing with the mental health consequences of the COVID-19 pandemic, professionals should take into consideration the role of dysfunctional grief and loneliness as targets for assessment and intervention.
