Madrid, España
Los autoinformes etán siendo utilizados con una lata frecuencia en evaluación y terapia de conducta. Los datos recogidos mediante esta técnica pueden ser de muy distintos tipos y referirse a modalidades de conducta motora fisiológica o cognitiva. En el presente trabajo se pretende precisar en qué medida los autoinformes sobre eventos internos son vías, hasta cierto punto, "directas" de recogida de información, al menos, en la coceptualización efectuada de Mischel en 1974. Se pone de manifiesto la importancia de tener en cuenta las diversas fuentes de variación de los autoinformes; así, la accesibilidad del evento informado, el tiempo al que se refiere la información, las transformaciones que debe realizar el sujeto, las inferencias que sobre esos datos realiza el evaluador y las formas de contrastación de tales informaciones. Por último, sse presentan sugerencias a través de las cuales investigar y probar la exactitud de estos procedimientos.