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Los procesos de fusión han sido contemplados básicamente como un recurso (en algunos casos necesario) para conseguir aumentar de forma rápida las ventajas competitivas tras el logro de mejores posicionamientos estratégicos. Las Cajas de Ahorros han protagonizado en la última década la mayor reorganización de su estructura mediante fusiones de toda Europa, como una forma de defenderse de los elevados niveles de competencia a los que actualmente se ven expuestas. La conveniencia de la estrategia de concentración deberá ser valorada mediante la evaluación independiente de cada caso concteto, sin bien es deseable que los criterios de valoración sean los mismos con fines comparativos. Para llevar a cabo los estudios previos a la fusión, es necesario realizar análisis internos junto a los análisis de consultores externos con criterios de neutralidad, y la información que se ha de manejar en éstos análisis contiene aspectos cualitativos de consideración importante pero de dificil cuantificación. En el presente artículo nos centraremos en el capital intelectual y su medida. Tras analizar los principales aspectos cualitativos que influyen y explican los procesos de fusiones, desarrollamos algunas de las múltiples posibilidades de aplicación de los esquemas en los que se basa la lógica borrosa al factor humano, mostrando la metodología a seguir para comprobar el grado de adecuación del personal a un perfil de cualificación en las tareas determinado, asignando tareas, ó determinando la idoneidad de algunos empleados para acometer determinadas funciones.
