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Madrid, España
Background: The theoretical models of posttraumatic growth (PTG) assume that a change in core beliefs or attitudes about the world and oneself is at the root of PTG. However, there are few studies on the relationship between these attitudes and PTG and their results are contradictory. The contradictions could be clarified using an instrument that assesses attitudes more specifically related to the traumatic event (traumatic dysfunctional attitudes) and analyzing whether said relationship is linear or an inverted U.
Methods: A sample of 210 adults directly exposed to terrorist attacks in Spain completed diagnostic measures of emotional disorders and measures of PTSD and depression symptomatology, optimism, traumatic and depressive dysfunctional attitudes, and PTG a mean of 29.6 years after the attacks (range: 2-47 years).
Results: Multiple regression analyses revealed that some long-term PTG dimensions were significantly associated in a linear or inverted-U fashion with traumatic dysfunctional attitudes, such that the most extreme levels of spiritual change were associated with the highest total levels of traumatic dysfunctional attitudes while the highest levels of appreciation of life were associated with moderate levels of total traumatic dysfunctional attitudes and, especially, attitudes of perpetual suffering. However, long-term PTG was not associated with depressive dysfunctional attitudes.
Conclusion: The findings underscore the importance of core attitudes for PTG and offer support for the hypothesis that, over time, the positive basic attitudes of many people who have experienced a traumatic event are reconstructed, but incorporating negative or dysfunctional attitudes, which means that a certain amount of traumatic dysfunctional attitudes may be a necessary condition for long-term PTG.
Antecedentes: Los modelos teóricos del crecimiento postraumático (CPT) suponen que un cambio en las creencias o actitudes básicas sobre el mundo y uno mismo es la raíz del CPT. Sin embargo, existen pocos estudios sobre la relación entre esas actitudes y el CPT y sus resultados son contradictorios. Las contradicciones podrían aclararse utilizando un instrumento que evalúe las actitudes más específicamente relacionadas con el acontecimiento traumático (actitudes disfuncionales traumáticas) y analizando si dicha relación es lineal o en forma de U invertida.
Método: Una muestra de 210 adultos expuestos directamente a atentados terroristas en España completaron medidas de trastorno emocional y medidas de sintomatología de TEPT y depresión, optimismo, actitudes disfuncionales traumáticas y depresivas y CPT una media de 29.6 años después de los atentados (rango: 2-47 años).
Resultados: Análisis de regresión múltiple revelaron que algunas dimensiones del CPT a largo plazo se asociaron significativamente de forma lineal o de U invertida con las actitudes disfuncionales traumáticas, de manera que un mayor nivel de crecimiento espiritual se asociaba con un mayor nivel total de actitudes disfuncionales traumáticas y un mayor nivel de nueva valoración de la vida se asociaba con un nivel moderado total de actitudes disfuncionales traumáticas y, especialmente, de actitudes de cronificación del malestar. Sin embargo, el CPT a largo plazo no se asoció con las actitudes disfuncionales depresivas.
Conclusión: Los resultados subrayan la importancia de las actitudes básicas en el CPT y ofrecen apoyo a la hipótesis de que, con el paso del tiempo, las actitudes básicas positivas de muchas de las personas que han experimentado un acontecimiento traumático se reconstruyen, pero incorporando actitudes negativas o disfuncionales, lo que supone que un cierto nivel de actitudes disfuncionales traumáticas podría ser una condición necesaria para el CPT a largo plazo.
