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María Victoria Hidalgo García
El importante esfuerzo que se está llevando a cabo por parte de las administraciones públicas para articular actuaciones de intervención y apoyo familiar dentro de los planes y estrategias estatales, autonómicos y locales, debe ir unido a procesos de innovación y mejora dirigidos a fomentar la calidad de los servicios y programas de atención a la infancia y las familias. En este sentido, hay un claro consenso entre responsables institucionales e investigadores en la necesidad de que las actuaciones de intervención familiar sean prácticas y programas basados en la evidencia. En este artículo se reflexiona sobre el papel central de las y los profesionales para la incorporación de buenas prácticas basadas en la evidencia en el ámbito de la intervención familiar, concluyendo sobre la necesidad de identificar y promover las competencias interprofesionales propias del trabajo con familias para garantizar la calidad de los servicios de atención familiar.
The important effort that is being carried out by the public administrations to articulate family intervention and support actions within state, regional and local plans and strategies must be linked to innovation and improvement pro-cesses aimed at promoting the quality of services and programs for children and families. In this sense, there is a clear consensus between institutional managers and researchers on the need for family intervention actions to be practical and evidence-based programs. This article reflects on the central role of professionals for the incorporation of evidence-based best practices in the field of family intervention, concluding on the need to identify and promote the workforce skills in family intervention to guarantee the quality of family care services.
