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Fernando Gordillo León, Gabriela Castillo Parra
La agresividad tiene importantes perjuicios sobre la salud física y mental de la población. Las personas agresivas tienen actitudes positivas hacia determinado tipo de interacción que implica confrontación física con los demás, y que consideran una forma legítima de comportamiento. Cuando estos esquemas mentales se activan afectan al procesamiento de la información en sus fases iniciales (sesgos atencionales), condicionando la dirección e intensidad de las conductas. En esta revisión narrativa se desarrolla el estado de la cuestión, y se profundiza en los mecanismos que subyacen y desencadenan la conducta agresiva. También se discuten los estudios que han trabajado en la modificación de los sesgos atencionales en diferentes trastornos, así como las incongruencias en los resultados que surgen de las diferencias entre el tipo de paradigma y el material utilizado. Se concluye que son necesarias herramientas que permitan una mayor sensibilidad y fiabilidad en la medida de los sesgos atencionales. Esto contribuiría a mejorar las terapias que se aplican a ciertos colectivos (maltratadores, presos), y los tratamientos en personas con problemas en el control de la ira y conductas violentas.
Aggressiveness has important detrimental effects on the physical and mental health of the population. Aggressive people have positive attitudes towards certain types of interaction involving physical confrontation with others, which they considera legitimate form of behavior. When these mental schemas are activated, they affect information processing in its initial phases (attentional biases), conditioning the direction and intensity of behaviors. This narrative review develops the state of the art, and delves into the mechanisms that underlie and trigger aggressive behavior. It also discusses the studies that have worked on the modification of attentional biases in different disorders, as well as the inconsistencies in the results that arise fromthe differences between the type of paradigm and the material used. It is concluded that there is a need for tools that allow greater sensitivity and reliability in the measurement of attentional biases. This would contribute to improve the therapies applied to certain groups (abusers, prisoners), and the treatments of people with anger control problems and violent behaviors.
