Carlos A. Mangone
Introducción. La enfermedad de Alzheimer es una demencia degenerativa que puede presentar desde su inicio diferentes crisoles de síntomas cognitivos, conductuales y funcionales apoyando su heterogeneidad clínica e intervalo de progresión. A pesar de criterios diagnósticos rígidos (NINCDS-ADRDA y DSM IV) la certeza diagnóstica es del 85%. Mayeux define cuatro subtipos clinicoevolutivos: 1. Benigno: deterioro cognitivo y funcional leve, tardía aparición de signos neurológicos focales y trastornos conductuales con progresión lenta; 2. Mioclónico: aparición presenil frecuente con un grave intervalo de deterioro cognitivo, mutismo y precoz mioclonías; 3. Extrapiramidal precoz aparición de signos akineto rígidos con un grave deterioro cognitivo, conductual y funcional, y 4. Típico: deterioro gradual y progresivo cognitivo, conductual y funcional. La identificación de estos subgrupos nos permitirá definir el pronóstico y homogeneizar pacientes para la investigación clínica y farmacológica. Desarrollo. Para demostrar mejor esta heterogeneidad se revisan 1.000 historias clínicas de pacientes asistidos en el centro con el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer probable. El 42% presentó el subgrupo extrapiramidal, el 35% típico, el 15% benigno y el 8% mioclónico. La precoz aparición de parkinsonismo y mioclonías predicen un deterioro cognitivo rápido con progresión precoz a síntomas conductuales y dependencia en las actividades de la vida diaria (AVD). Pacientes con baja escolaridad, pobre performance cognitiva desde el inicio así como aquellos que presentan un rápido intervalo de deterioro cognitivo muestran un precoz inicio de la dependencia en las AVD. Conclusión. La baja escolaridad, delirios, extrapiramidalismo e hiperactividad motora aberrante pero no las alucinaciones o anosognosia fueron los mejores predictores no cognitivos de la dependencia en las AVD