Hermine Hug-Hellmuth representa una referencia fundamental en la historia del psicoanálisis, pues fue quien primero se planteó la práctica analítica con los niños, aunque considerando la cara pedagógica de sus intervenciones, limitándose además a tratar chicos mayores de siete años y modificando muchos aspectos del encuadre y de las reglas técnicas, como por ejemplo no emplear el diván ni las asociaciones libres, reducir el número de sesiones, permitir el uso del juego en los casos de chicos pequeños, valerse de la colaboración de la familia, etc.