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Se parte de la afirmación de que las diferentes concepciones de ‘hombre’ constituyen el fundamento ontológico, epistemológico y ético que sustenta los diferentes proyectos psicológicos de nuestra contemporaneidad. Como contribución a develar tal ontología el trabajo pretende cotejar el pensamiento de Sartre y de Foucault en torno a aquella idea y en función de esa comparación reflexionar sobre algunas condiciones que pueden permitirnos pensar nuestro presente y el presente de la Psicología.Los dos programas dibujan, con la figura del hombre, lo esencial de su contenido. En Sartre la figura del hombre debe constituirse en lo esencial de un programa futuro; en Foucault el hombre es, o debe ser, su pasado, en tanto esta figura del saber debe dejar lugar al comienzo de un pensamiento in-humano. Ambos programas, a comienzos de este siglo XXI, han sido mayoritariamente abandonados. Lo que aparece ahora es la figura de un hombre sin Dios y sin ser él mismo su proyecto, es decir, una figura que hace del hombre solamente uno más entre los animales, un hombre que no es en sí mismo su propio absoluto, lo cual se vincula muy adecuadamente con el naturalismo triunfante en casi todos los espacios del pensamiento de principios de este siglo.
