E. Labos, M.E. Guajardo, M.E. Soderlund, V. Pagotto, X. Sagues, D. Seinhart, M. Shapira
Introducción. Existe evidencia de etapas predemenciales en la demencia vascular. La enfermedad de Alzheimer y el trastorno cognitivo vascular comparten mecanismos de riesgo comunes, y la comorbilidad vascular puede estar presente en el 30-60% de los pacientes con enfermedad de Alzheimer. Este trabajo evalúa el impacto de la gravedad del daño vascular estructural según la clasificación de Fazekas en el desempeño cognitivo funcional en pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL).
Pacientes y métodos. Estudio de corte transversal de pacientes con DCL de 65 años o más con resonancia magnética cerebral. Se administró una batería neurocognitiva y la escala estudio funcional extendido (EFE) para evaluar la funcionalidad compleja. Los pacientes se clasificaron según Fazekas: 0-1, 2 y 3. Se realizó un análisis bivariado y un análisis multivariable.
Resultados. Se incluyó a 346 pacientes, con una edad de 77,9 (desviación estándar: 6,1). El 66,2% presentó Fazekas 0-1; el 22,8%, Fazekas 2; y el 11%, Fazekas 3. La edad y el valor del Minimental State Examination se asociaron con un Fazekas más avanzado. El análisis multivariado mostró una asociación independiente entre el daño vascular y la alteración funcional compleja medida por el EFE.
Conclusiones. La progresión del daño estructural a predominio de sustancia blanca afectaría al desempeño cognitivo global y a las tareas de función ejecutiva. El hallazgo más significativo fue la correlación del grado del daño vascular con el déficit de la funcionalidad compleja medida con herramientas clínicas que incluyeron recursos tecnológicos. Se resalta el valor clínico de identificar los individuos con demencia vascular prodrómica, ya que podría optimizar las medidas de prevención.