Vigo, España
Las reformas de 2010 y de 2012 han cambiado profundamente las reglas sobre protección del empleo. El efecto combinado de las dos consiste en una disminución de las garantías de las personas trabajadoras, que ahora están mucho más expuestas a decisiones extintivas del contrato, procedentes e improcedentes. En cuanto al despido disciplinario, las nuevas normativas han facilitado el despido improcedente, mediante una serie de cambios que, en términos generales, disminuyen la indemnización e incentivan que las empresas opten por la extinción del contrato y no por la readmisión. Por lo que respecta al despido por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, las novedades han consistido en reducir la intensidad de las mismas y en remover garantías de procedimiento muy variadas. En este artículo, se desarrolla un comentario crítico de ambas reformas, centrado en el período transcurrido entre 2010 y 2019.
The 2010 and 2012 reforms have deeply changed the rules on employment protection. The combined effect of both reforms consists of a reduction in the guarantees of workers, who are now much more exposed to terminations of contracts, fair or unfair. Regarding disciplinary dismissal, the new legislation has eased unfair dismissal, through a series of changes that, broadly speaking, reduce compensation and encourage companies to opt for the termination of the contract and not for reinstatement. With regard to dismissal for economic, technical, organizational or production reasons, the novelties have consisted in reducing their intensity and in removing very varied procedural guarantees. In this article, a critical commentary on both reforms is developed, focusing on the period between 2010 and 2019.