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Alvaro Cavieres, Rocío Maldonado, Amy Bland, Rebecca Elliott
Las emociones básicas son reconocidas universalmente, aunque se han descrito diferencias entre culturas y géneros. Reportamos resultados en dos tareas de reconocimiento de emociones, en una muestra de adultos sanos de Chile. Métodos: 192 voluntarios (31.58 años, d.e. 8.36; 106 mujeres) completaron la Emotional Recognition Task, en la que se pidió identificar una emoción exhibida brevemente, y la Emotional Intensity Morphing Task, en la que vieron caras con aumento o disminución de la intensidad emocional e indicando cuando detectaron o dejaron de detectar la emoción. Resultados: Todas las emociones fueron reconocidas en niveles superiores al azar. Las únicas diferencias por género, estadísticamente significativas, se encontraron en los hombres, identificando mejor el enojo (p = .0485) y reaccionando más lentamente al miedo (p = .0057). Discusión: nuestro estudio, además de confirmar hallazgos previos y discrepar con otros, agrega datos previamente inexistentes sobre la percepción emocional en una población latina adulta saludable.
Basic emotions are universally recognized, although differences across cultures and between genders have been described. We report results in two emotion recognition tasks, in a sample of healthy adults from Chile. Methods: 192 volunteers (mean 31.58 years, s.d. 8.36; 106 women) completed the Emotional Recognition Task, in which they were asked to identify a briefly displayed emotion, and the Emotional Intensity Morphing Task, in which they viewed faces with increasing or decreasing emotional intensity and indicated when they either detected or no longer detected the emotion. Results: All emotions were recognized at above chance levels. The only sex differences present showed men performed better at identifying anger (p = .0485), and responded more slowly to fear (p = .0057), than women. Discussion: These findings are consistent with some, though not all, prior literature on emotion perception. Crucially, we report data on emotional perception in a healthy adult Latino population for the first time, which contributes to emerging literature on cultural differences in affective processing.
